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Cómo estudiar sin quemarte: hábitos simples para mantener el balance

Autor: Keimer Castillo.

La vida universitaria puede llegar a convertirse exigente y desgastante con los trabajos, exámenes, proyectos y largas horas frente a la computadora. Además, que para muchos también hay otras cargas como responsabilidades laborales o familiares, las cuales pueden generar desbalances en el proceso de estudio. Con tanta presión acumulada, es común sentirse agotado o desconectado, sin embargo, estudiar no debería convertirse en una fuente constante de estrés.

Mantener el balance es posible si incorporás los siguientes hábitos saludables y simples que te ayudarán a rendir mejor sin sacrificar tu bienestar.

1. No estudiés por largas horas seguidas

Pasar muchas horas repasando o solo leyendo la materia no significa aprender más. De hecho, tu cerebro se cansa y retiene menos información. Probá estudiar en ciclos: 25–30 minutos de concentración profunda y periodos de descanso de 5 minutos.

Estos pequeños espacios de respiro son de suma importancia ya que permiten que la mente se recargue, se despeje y puedas retomar el estudio con más claridad.

2. Dormir también ayuda

Descansar es una de las herramientas más poderosas para mejorar el rendimiento académico. Dormir poco genera un menor rendimiento e influye en tu capacidad de concentración, memorización y creatividad.

Priorizá tener un descanso que ronde las 7 y 8 horas por noche y evitá estudiar en la cama, así tu cerebro diferencia entre los espacios que son para descansar y los que son para trabajar.

3. Movete un poco todos los días

Estar sentado por horas al frente de la computadora o leyendo el material de estudio puede aumentar la tensión física y mental. Por eso es importante incorporar pausas activas de 2 o 3 minutos y con ello estirarse, caminar y respirar.

Estas pequeñas cosas te ayudan a liberar estrés y mejorar la circulación de la sangre en tu cuerpo. El incorporar micro descansos genera que a largo plazo tengan un gran impacto en tu energía.

4. Planificá tu semana con anticipación

Una de las causas de más usuales de agotamiento es producido debido al desorden académico. Debido a esto es importante dedicar al menos unos 10 minutos cada domingo, con el objetivo de planificar la semana entrante y así evitar el estrés innecesario.

Es importante usar herramientas como un calendario digital, planificadores o agendas para así poder anotar fechas de entrega, prioridades y tiempos de estudio. El tener los pendientes mapeados y visibles te ayuda a reducir la ansiedad y te da mayor sensación de control.

5. Aprendé a decir “no” cuando es necesario

En ocasiones cometemos el error de sobrecargamos ya que no sabemos ponernos límites. Por esto es importante no asumir más tareas, querer ayudar en todos los proyectos o decir que sí a todos los compromisos sociales ya que esto puede superar nuestros límites y afectar en nuestro rendimiento.

Reconocer tus límites es parte fundamental de cuidar tu bienestar mental y físico. Decir “no puedo” también es autocuidado.

6. Elegí un espacio de estudio que te inspire 

Un entorno ordenado y cómodo genera buenos resultados y ayuda a mejorar tu productividad. Este espacio no debe ser perfecto, pero sí funcional. Algunas cosas esenciales que debés tener son; agua cerca, buena iluminación y mantené lo fundamental a mano.

Es recomendable realizar cambios ocasionales de espacio y ambiente, ya sea la biblioteca, la cafetería, un aula vacía, la sala de tu casa, tu cuarto y entre otros, esto con la finalidad de no recargarte en un solo espacio y así poder renovar tu motivación.

Es importante entender que mantener el balance no es hacer más, sino se basa en estudiar con intención y llevarlo de la mano con el cuido de tu bienestar mientras avanzás en tu formación.

La universidad puede ser un camino retador con altos y bajos, pero también es una gran oportunidad para aprender a conocerte, organizarte y desarrollar hábitos que te acompañarán toda la vida. Solo es necesario que realices pequeños ajustes y que tengas una mentalidad abierta y consciente, y así podés mejorar tu rendimiento sin quemarte en el proceso.

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